---- Exterior ----
A la iglesia se accede por una puerta adintelada, colocada en 1546, de mármol, con columnas toscanas que sostienen un entablamento liso y un frontón triangular con la heráldica nacional portuguesa; rematándose con dos esferas armilares en sus vértices inferiores y una cruz en el superior. Por encima del pórtico se levanta un vano rectangular, coronado con frontón triangular similar al del portal. Culmina el frontal de la iglesia en una espadaña que alberga el campanario.
---- Interior ----
La capilla, de una sola nave, está toda ella recubierta en su interior por azulejos barrocos de Manuel dos Santos, representando las obras de Misericordia.
El interior del templo, de una sola nave y bóveda de cañón, presenta el altar mayor separado del resto de la nave por una verja y tres escalones. A sus pies se alza el coro, apoyado sobre una arquería sostenida por columnas de mármol con capiteles jónicos. Tres retablos, de estilo barroco y gusto lusitano completan la nave. El mayor de los retablos sigue el estilo de los retablos barrocos del período joanino, es decir, retablo expositor, destacando la profundidad. Todo el conjunto interior corresponde a una reforma del siglo XVIII. Completan la obra otros dos retablos laterales, de estilo barroco, dedicados al Pentecostés, policromado en 1777, y a Nuestra Señora de la Misericordia, sin policromar, perfectamente integrados en la azulejería y colocados al mismo tiempo.
Esta capilla de la Santa Casa de Misericordia sorprende al visitante con su azulejería historiada de 1723. Su cerámica recubre toda la nave y el coro, con paneles de Manuel dos Santos. De autor desconocido son los del altar mayor. Todo el conjunto reproduce las Obras de Misericordia relacionadas con los fines fundacionales de la institución. De entre éstas, destaca el panel correspondiente a “Vestir al Desnudo” por el motivo anacrónico de aparecer Dios Padre entregando a Adán y Eva, para que se cubran, dos paletós del siglo XVIII.